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El psicoanálisis es la mejor terapia para descubrir la raíz del malestar. Puedes comenzar terapia de forma presencial en Cerdanyola o terapia on-line estés donde estés. Te ofrezco un espacio cuidado, con una atención personalizada. Más de 15 años de experiencia en terapias. #psicoanalisis #psicoanalista

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En la consulta de psicoanálisis Barcelona coordinada por Anabel López, psicóloga 14661 y psicoanalista, aborda el sufrimiento y el malestar humano en sus diversas manifestaciones.

Los síntomas que llevan a consultar como resultado de un trabajo psíquico inconsciente. Los síntomas son de diversa índole e intensidad, van desde actos o rituales cotidianos que se pueden llegar a convertirse en acciones limitantes; dificultades para relacionarse con otros, para salir de casa, fobias y miedos (racionales o no), tristeza, depresión, ansiedad, angustiaproblemas de pareja.
La terapia psicoanalítica es un proceso del que partimos de los síntomas (el malestar que lleva a la persona a consultar) -producto de un trabajo psíquico inconsciente- para construir las causas que lo han determinado. El psicoanálisis es eficaz para aquellos que están dispuestos a transformar aspectos de su vida que no funcionan. 

¿De qué se trata un psicoanálisis? Psicoanalista Barcelona

El tratamiento psicoanalítico es una cura que se desarrolla durante un tiempo: tiene un principio y un final. La propuesta terapéutica consiste en que la persona que consulta relate su problemática. La regla fundamental a la que el paciente ha de atenerse es que comunique desde el principio todo aquello que se le ocurra, lo llamamos asociación libre.

Cuando una persona habla intenta no perder el hilo de lo que está diciendo, puede dejar de lado todas las ocurrencias e ideas que le harían perder el hilo del relato. En cambio, en un psicoanálisis se propone proceder de otro modo, cuando el paciente habla acuden a su pensamiento diversas ideas: tales como ‘esto que digo no tiene nada que ver con lo que estoy contando’, o ‘no tiene importancia’, o ‘es un error’; le animamos a que siga relatando a pesar de esa tendencia a silenciarlo, callarlo o restarle importancia. La regla de la asociación libre implica decir todo lo que acude al pensamiento sin callar algo por más que sea desagradable de decirlo.

Es a través del acto de hablar, de decir -es otra manera de que lo inconsciente se muestre- y de esta manera puede aflorar algo que la persona no se ha propuesto decir y lo sorprenda. Este es un efecto de lo inconsciente, lo llamamos acto fallido, lapsus: tiene un sentido para el que habla y en un análisis se trata de averiguarlo. Al proponer hablar, proponemos charlar, pero no de cualquier cosa, no se trata de hablar por hablar, sino de que el sujeto está implicado en lo que está diciendo, que signifique algo, que le afecte. Es parte del proceso analítico que la persona pueda recordar aquello que, por olvidado o por reprimido, es causa de sus síntomas y de su sufrimiento psíquico actual. Freud compara el proceso analítico con el trabajo del escultor. La escultura trabaja, quita de la piedra aquello que recubre una forma preexistente en ella. Así es como trabaja el psicoanálisis, retirando todo lo que enmascare, desvelando una fisonomía oculta. 

Hay pacientes que preparan previamente lo que va a decir en la sesión con el pretexto aprovechar el tiempo. Pero en esta conducta se oculta una resistencia, disfrazada de celoso interés por el análisis. Aunque el sujeto crea sinceramente en su propósito, la resistencia impondrá su intervención en la preparación de la sesión y logrará que el material más valioso se eluda.

Para que el acto analítico acontezca, el psicoanalista Barcelona dirige la cura de modo que en ella se sucedan acontecimientos que produzcan cambios en el discurso del analizante. El analista además de escuchar el relato del paciente, pregunta, guarda silencio, destaca alguna frase, interpreta, puntualiza. En ningún modo el psicoanalista dirige la vida del paciente, en qué decisiones son las que tiene tomar, cómo tiene que vivir o qué pareja le conviene elegir; Tampoco el psicoanalista es un confesor, ni un amigo, ni un juez, su función no es ni perdonar ni comprender, sino la de ofrecer con su escucha un lugar para que el sujeto en análisis pueda proyectar sus conflictos y dificultades para poder reconocerlos, elaborarlos y subjetivarlos. En el trabajo analítico es interesante que se establezca un vínculo afectivo, de confianza entre el analista y el analizante.


El psicoanálisis propone un tratamiento psíquico de las perturbaciones anímicas o corporales desde el alma, utilizando recursos que de manera primaria e inmediata influyen sobre lo anímico del sujeto: la palabra. Las palabras son el instrumento esencial del tratamiento anímico. Para algunos puede resultarles difícil concebir que unas perturbaciones patológicas del cuerpo y del alma puedan eliminarse mediante palabras, interpretaciones que hace el analista. Escuchamos lapsus, sueños, chistes, palabras que se repiten e insisten para ser interpretadas. La interpretación no es ninguna explicación racionalista sobre lo “que le pasa al paciente”, sino que tiene que ver más con una producción de sentido, una vez que se interpreta lo que se produce es otra cosa, el sujeto se moviliza, queda afectado, habla de otra cosa o de la misma, pero con otra lectura.

Si deseas reservar una entrevista a la consulta de psicoanálisis en Barcelona al teléfono 93 580 83 24.

Psicoterapia Online Barcelona

Debido al estado de alarma decretado el 14 de marzo para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por COVID-19, con el fin de proteger la seguridad y salud de l@s pacientes he trasladado toda la atención psicológica presencial de la consulta a la modalidad de distancia mediante medios telemáticos (videoconferencia y teléfono).

La Consulta de Psicoterapia Barcelona adopta la alternativa online para dar respuesta a la demanda actual en terapia individual. Cuento con los medios tecnológicos para desarrollar terapia online en Cerdanyola y Barcelona. 

Puedo ayudarte a nivel emocional

Vivimos una época incertidumbre, hemos frenado en seco y nuestra vida cotidiana se ha visto trastocada, estamos confinados en casa -solos, en familia o en pareja, con otros- Seguramente es la primera vez que compartimos las 24hs con ell@s: trabajar, leer, mirar series, jugar, reír, llorar, etc… Esta confinación inédita cada persona la vive y la asimila de forma diferente. No hay un manual que nos de la receta para que todos los llevemos lo mejor posible. Entonces, se trata de que cada uno, pueda inventar su manera de vivir la situación actual.

Si la ansiedad, la dificultad para dormir, la angustia, el temor excesivo a enfermar, sentirte desanimad@, la incapacidad para desconectar de las noticias negativas invade el psiquismo de una persona, entonces, es recomendable un acompañamiento psicoterapéutico profesional para afrontar esta situación de incertidumbre y encontrar nuevamente tu bienestar emocional.

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Aquellas personas que deseen iniciar hoy una psicoterapia presencial, pueden hacerlo on-line, y en el momento que finalice el Estado de Alarma continuarla de forma presencial en mi Consulta de Psicoterapia en Barcelona o en Cerdanyola del Vallès. Comenzar tu terapia online es muy simple, completa tu reserva con la información que te proporciono a continuación.

¿Cómo empiezo con mi psicólogo online?

Decide qué día y dentro de que horario podrías conectarte para la cita de psicología on-line; Previamente, actualiza el dispositivo con el que te conectarás. Si tienes cascos mucho mejor. Trata de estar en un lugar privado, silencioso y en el que estés a gusto.

Una vez que sepas cuándo podrás, rellena el formulario que verás aquí abajo. En breve, recibirás mi confirmación en tu e-mail y las indicaciones para realizar el pago de la 1ª sesión. 

Cuando llegue el día de la sesión, conéctate 5 minutos antes de comenzar para hacer las pruebas oportunas y comenzar a a la hora acordada.

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¿Existe el instinto maternal?

La maternidad

La maternidad es un momento en la vida de la mujer que, según como sea vivido, puede ser tanto fuente de felicidad como de conflictos. Es un momento que enfrenta  a la mujer a una división que se refleja tanto en su cuerpo como en su psiquismo, atañe a su propia subjetividad, dividiéndola en madre y mujer.

Mujer y madre tiene consecuencias diferentes en cada mujer, depende de la significación que dé a cada uno de estos aspectos, las expectativas que tenga sobre la maternidad, la relación que haya tenido con su propia madre, la relación con su pareja, su deseo, así como también la educación y el entorno social que hacen sentir su presión, cualquiera que sea la elección que haga: sea una madre tradicional –que vive para sus hijos– o una madre moderna –que no quiere renunciar a otros aspectos de su vida­­.

¿Existe el instinto maternal?

Desde la biología el instinto se piensa como aquello que permite la supervivencia y la evolución de la especie en cuestión. Sin embargo, si nos remontamos al año 1780, en París, encontramos que de los 21.000 nacimientos que hubo sólo 1.000 de esos niños fueron criados por sus madres, otros 1.000 eran amamantados por nodrizas, y los 19.000 niños restantes fueron entregados, desde el momento mismo del nacimiento, a nodrizas a sueldo que los criaban en el campo. Un 90 por ciento de ellos no pasó del primer año. ¿Cómo se ha naturalizado la maternidad como algo innato y dado en la mujer? ¿Cómo se ha reducido la maternidad a un solo aspecto, el biológico? ¿Cómo se explica el abandono de aquellos bebés, en momentos en que la propia indefensión del recién nacido hace tan necesarios los cuidados —la leche materna y el amor— para la subsistencia, si las madres eran portadoras del instinto materno? ¿Dónde fue a parar el afecto natural, espontáneo, instintivo con que las mujeres se relacionan con su cría?

Gestar implica asumir una función

La anatomía puede coincidir con la posición sexuada de un sujeto, pero no siempre. Podemos encontrar una posición femenina en un cuerpo masculino o viceversa. Algo de este orden ocurre también con la maternidad: se puede ser madre sin ser una mujer. Es decir, que se puede tener un hijo, dado que se tiene un cuerpo con órganos que posibilitan concebir y parir, lo cual está lejos de garantizar que ese sujeto hembra sea una mujer; puede tratarse de una niña o de una adolescente, incluso puede tratarse de alguien que está en una posición hombre y que tiene órganos reproductores femeninos. En muchos de estos casos la maternidad es una manera de no resolver o de resolver in-adecuadamente los avatares de la feminidad. Tradicionalmente se ha pensado a la mujer desde una perspectiva biológica y se le ha enseñado que su tarea específica era la maternidad.

El amor maternal

El amor maternal fue concebido durante mucho tiempo como un instinto, como un comportamiento arraigado en la naturaleza de la mujer. El mito de la maternidad como algo innato, naturaliza el deseo de hijo como instinto, es una de las construcciones centrales a partir de las cuales la maternidad puede ser pensada, sentida y ejercida por los sujetos, como una realidad objetiva, universal y natural que la torna incuestionable en su modo de ser y de entenderla.

Imaginario social que opera homologando a la mujer con el ser madre, fundando sobre la natural capacidad reproductiva femenina, que se traspasa al plano social como natural capacidad de amar, constitutiva de la mujer.

Sobre la base de los principios sostenidos por la familia nuclear, entregar un hijo, desprenderse de él, es entendido como un acto moralmente condenable, por evidenciar la carencia de amor materno. No obstante, la relación madre-hijo es producto de una construcción, de un vínculo que se edifica psíquicamente de la mano de la cultura, ya que el ser humano como especie, justamente por la carencia instintiva, entra en un mundo simbólico, atravesado por el lenguaje, con la ilusión de encontrar la completud durante toda la vida.

¿Quiero ser madre?

Una decisión que una mujer tiene que tomar, una respuesta que puede ser positiva o no. Que haya mujeres que deciden no ser madres, o que atravesando un embarazo no desean a ese hijo, evidencia que no es un patrón universal, innato y, por ende, no es instintivo. Las madres que no desean a sus hijos serían personas que van contra la naturaleza, contra la fuerza y la bondad del instinto. Esta idea, como se darán cuenta, no sólo está cargada de prejuicios, sino que deja en la oscuridad al conjunto de situaciones que llevan a la mujer, por ejemplo, a no desear un hijo, e impidiendo analizar una realidad que se caracteriza por ser, ante todo, muy compleja.

Ante las preguntas ¿deseo ser madre?, ¿quiero formar una familia?, algunas mujeres deciden postergar la respuesta para más adelante, justificándose en cuestiones tales como “ahora no es el momento”, “prefiero crecer a nivel profesional”; otras, con dificultad o no, deciden renunciar a la maternidad, y con el correr de los años algunas se arrepienten; otras se empeñan en buscar un buen padre para tener un hijo; otras, ante aquellas preguntas, siguen preceptos familiares en los que no existe la duda, sólo certezas, en relación a la maternidad.

De cómo haya elaborado la mujer su posición femenina desde su infancia hasta la edad adulta, y de su relación con el hombre, dependerá el lugar que cada mujer, ahora desde el lugar de madre, pueda dar a su hijo. Y el lugar que ella le dé al hombre en su deseo es lo que también permitirá a ese hombre a ocupar un lugar como padre.

¿De quiénes son los hij@s?

Hace poco escuchaba en la consulta de psicoanálisis Barcelona a unos jóvenes padres que discutían sobre cómo había que regañar al hijo en común. La madre no estaba de acuerdo con castigarlo y el padre afirmaba: “Es mi hijo y hago lo que yo quiera”. Cuestión que me hizo reflexionar sobre este tema. Si los hij@s son de los padres, éstos corren el riesgo de transformar al hijo en objeto de su propia satisfacción, de su insatisfacción o de rivalidad con el otro integrante de la pareja; perdiendo de vista que los hijos no son propiedad ni de los padres ni de ningún otro, sino que pertenecen al mundo.

Los padres tienen que posibilitar que ese niño pueda inscribirse en una cultura, tendrían que poder acompañarlos en su desarrollo y en su crecimiento. Sin embargo, pensar que el hijo o la hija, es propiedad de los padres o de uno de ellos, sucede desde los primeros momentos del nacimiento. La mujer, ensimismada con su hijo, aparta la mirada del hombre y a éste se le hace difícil hacerse un lugar en esa díada. No son raras las infidelidades en esos momentos: él se dirige a otra para ser querido. Por eso es fundamental que el padre, en lugar de huir o quedarse fascinado por la relación que tienen madre e hijo, establezca límites, separe esa unidad madre-niño para que ese hijo no quede atrapado en la red materna.

¿Qué es un hij@?

Ahora bien, se abre otra cuestión: ¿qué es un hijo? Una primera reflexión nos coloca frente a una relación dialéctica: así como no hay padre ni madre si no hay un hijo que los reconozca como tales, tampoco hay hijo si no hay al menos un adulto que asuma ante él su paternidad.

Es claro que no basta con el engendramiento biológico para la constitución de una relación de filiación. Un hijo no se reduce al encuentro de un óvulo con un espermatozoide, como tampoco a una criatura eyectada de un determinado vientre: hace falta una marca, un nombre, una inscripción, un lugar simbólico donde la criatura pueda alojarse. El deseo de hijo, tanto como su ausencia, preexiste a lo real de su materialización. Y aquí no hay norma universal: cada pareja, cada persona incluso, produce sus propias tentativas de respuesta para la pregunta acerca de qué es un hijo. El proceso mediante el cual una criatura deviene hijo, es un proceso simbólico y no un acto biológico o natural.

La filiación es una adopción simbólica

Sucede que, en estricto rigor, todo hijo es hijo adoptado. Esto quiere decir que, para que exista un hijo, debe haber al menos un adulto que lo haya adoptado simbólicamente como tal, permitiéndole habitar en el mundo desde un lugar determinado.

La crisis de la adolescencia

Honrar a los padres es darles la espalda y
partir demostrando que uno se ha vuelto
 un ser humano capaz de asumirse.”

Francoise Doltó

¿Cuáles son los cambios en la adolescencia?

La adolescencia es una etapa de la vida que viene precedida por una serie de cambios de orden biológico y separaciones de orden afectivo. Para el ser humano es tan imprescindible ser atendido en sus necesidades cuando es pequeño como llegar a abandonar –a tiempo– la seguridad que brinda lo familiar.

En l@s adolescentes acontecen cambios observables a nivel físico (en la voz, crece el vello y aumentan los pechos) y pueden llegar a producir cierto extrañamiento con la imagen que el niño, ahora adolescente, tenía de sí mismo. Pero no sólo cambia el cuerpo, la forma en que se relacionaba con sus padres también: puede pasar de ser un niño obediente y ordenado a ser un joven rebelde que, la mayoría de las veces, le lleva la contraria a los padres, puede pasar de ser un niño interesado por los estudios, a mostrarse completamente desinteresado por cualquier aprendizaje. El adolescente se opone a los padres, a los adultos, a las autoridades y hasta la sociedad en general.

El adolescente sabe que ya no es un niño (sus padres se lo recuerdan constantemente), pero tampoco es  es un adulto (algo que se le recuerda aún más). Los cambios forman parte de los procesos vitales del ser humano, en el momento de la adolescencia, el sujeto toma prestado cosas de los otros: sus ropas no parecen ser suyas y sobre todo ocurre lo mismo con sus opiniones. Son opiniones de amigos tomadas en préstamo que pueden llegar a entrar en conflicto con la de los padres.

La crisis de la adolescencia

Hay que destacar que, contra lo que se cree, la adolescencia puede llegar a ser una edad ingrata en la que parece que hay que hacerlo todo de nuevo; es una etapa signada por la crisis: decaen los ideales de los padres y se erigen los propios; el joven pasa por momentos conflictivos –necesarios– para abandonar la casa en la que era un niño y acceder a lo social de la mano de los amigos. Sus voces llegarán a ser más reconocidas que la de los padres.

La pasión del adolescente por romper las normas y levantar las prohibiciones es hiper-intensa, son tan vivas como las frases que pronuncian. Ellos se juegan a un todo o nada. La vida del adolescente está dividida por la pérdida de la infancia y por la ganancia de un mundo nuevo por construir y desconocido.

Las transformaciones van acompañadas del proceso de duelo correspondiente. La adolescencia no está exenta de crisis, tomando esta palabra en el sentido de “cambio”, y de angustia, porque es necesario que algo se cierre para que otra cosa pueda surgir. La adolescencia va a ser transcurrida por caminos de dudas, duelos, crisis; pero también, está destinada a conocer las mayores alegrías, los primeros amores, la amistad y decisión elegir un camino a seguir, un futuro. Se tratan de pasos decisivos para construir su autonomía, pasos que dejan marcas en su subjetividad.

¿Cuándo acudir a un psicoterapeuta de Adolescentes en Barcelona?

En algunas familias, las relaciones con los hijos adolescentes pueden tornarse tan conflictivas que tensan la convivencia. Algunos adolescentes ponen en jaque a los padres y su autoridad. Son a estas familias, también, a las que acompaño en la Consulta de psicoanálisis Barcelona. Los ayudo a tratar de entender cuál es la lógica que impera y cómo pueden reubicarse. No sólo l@s adolescentes sufren cambios, los padres también tienen que re acomodarse.

6Hay que destacar que, contra lo que se cree, la adolescencia puede llegar a ser una edad ingrata en la que parece que hay que hacerlo todo de nuevo; es una etapa signada por la crisis: decaen los ideales de los padres y se erigen los propios; el joven pasa por momentos conflictivos –necesarios– para abandonar la casa en la que era un niño y acceder a lo social de la mano de los amigos. Sus voces llegarán a ser más reconocidas que la de los padres. La pasión del adolescente por romper las normas y levantar las prohibiciones es hiper-intensa, son tan vivas como las frases que pronuncian. Ellos se juegan a un todo o nada. La vida del adolescente está dividida por la pérdida de la infancia y por la ganancia de un mundo nuevo por construir y desconocido.

Sobre el enamoramiento

"Era la sombra del amor,
la sombra del amor: no pudo ser.”

Baldomero Fernández Moreno

¿Existen claves para el enamoramiento?

El amor, el enamoramiento han sido temáticas abordadas por filósofos, poetas, cineastas, psicoanalistas y experimentados por hombres y mujeres. 
La mayoría de los seres humanos a lo largo de la vida hemos vivenciado un estado de enamoramiento en el que recuerda con cierta alegría y no se resigna a abandonar. El saber popular habla de las señales claves del enamoramiento: deseos de estar con la otra persona, necesidad de hablar con otros de lo guapo/a que es, desinterés por aquello que no implique recordar al amado, etc. Destacando su signo positivo.

¿Son lo mismo enamoramiento y amor?


Si nos detenemos en el significado de la palabra enamoramiento, hallamos una multiplicidad de sentidos. Habitualmente alude a un sentimiento amoroso intenso. Se lo usa como sinónimo de flechazo, amor o pasión. Amor y enamoramiento suelen ser presentados como estados homólogos, pero no lo son. 

El enamoramiento es un estado transitorio y el amor puede ser más duradero, el estado posterior al enamoramiento. A pesar de esta distinción, en muchas personas arraigan la creencia de que el enamoramiento es un estado ininterrumpido que no culmina jamás. Y en algunos casos, los lleva a desmentir ciertas crisis que se pueden presentar a lo largo de la vida en pareja. Cuestión que se puede originar tanto en los acuerdos inconscientes con la pareja, como en la ideología popular que indican la virtud del enamoramiento como un estado de una plenitud tal que abarcaría sin interrupciones la vida de la pareja.


En cambio, el amor es un proceso que incluye un trabajo psíquico, incluye un lugar para el desencuentro, supone la elaboración de que los integrantes de la pareja son dos personas con deseos e intereses diferentes que no siempre coinciden, rompe con la creencia de que el otro es de mi propiedad y que puedo disponer de él cuando lo desee, implica una renuncia. En su fantasía, los enamorados imaginan encontrar un antídoto contra la falta. “El otro me completa, es todo para mí, cuando estoy con él o ella no me falta nada”, estas y otras frases son pronunciadas por algunos que han experimentado el estado de locura transitoria llamado enamoramiento.

En la creencia de que el otro es todo para uno y, viceversa, se corre el riesgo de quedar atrapados en una relación extremadamente dependiente, olvidando que eso que sentimos no es amor. El amor es un proceso más difícil y complejo. Es aquí donde muchas parejas caen en crisis y deciden consultar a psicoanalista Barcelona para indagar qué les está pasando.

¿Qué es la angustia?

¿Qué es la angustia? Una mirada desde el psicoanálisis

En los tiempos que corren la angustia circula como moneda corriente. La hallamos en forma de ansiedad (ante un examen, una entrevista de trabajo, un viaje o en la relación con los otros), con la cara del estrés (laboral, personal y familiar) y bajo la forma de fobias y/o pánico (temor a salir a la calle, estar en lugares abiertos o cerrados). Estos y otros nombres son los que puede adoptar la angustia.

La angustia es uno de los principales motivos de consulta de psicoanálisis Barcelona, es la señal de alarma que conduce a una persona a hacer una psicoterapia. Quizás como última alternativa; Luego de que la medicación no haya hecho el efecto mágico de hacer desaparecer la angustia, malestar o sufrimiento. 

Una de las maneras que tenemos de percibir la angustia, es a través de manifestaciones somáticas: sudoración, las palpitaciones o la sensación de ahogo, mareos, etc., donde la persona se preocupa. Ante la persistencia de estos síntomas, ante la dificultad de resolverlos, algunas personas abren la cuestión hacia lo psíquico.

Estado afectivo vs síntomas somáticos

La angustia es un estado afectivo que tiene un carácter displacentero evidente. Un persona angustiada no es un ser emocionado, sino todo lo contrario, está afectado, parece que cargue sobre sus hombros kilos de plomo, sus movimientos y sus pensamientos andan lentamente. En la angustia la ilación de pensamiento está interrumpida, algo ha quedado interrumpido sin tener noticia de ello, más que por los efectos que pueden aparecer después en el cuerpo.  

Crisis de ansiedad, ataques de pánico, son formas de presentación de la angustia. La angustia nos acompaña en infinidad de situaciones: ante un cambio en nuestra vida, cuando damos un paso hacia delante o hacia atrás, cuando emprendemos un proyecto nuevo o cuando nos cuestionamos nuestra relación con nuestros padres o con la pareja, con los compañeros de trabajo o con los amigos. 

¿Cómo Gestionar la angustia?

Depende de la particularidad de cada uno, de las cuestiones que nos afecten y si provocan malestar, la angustia aparecerá en un grado mayor o menor. Sin embargo, el ser humano no se lleva muy bien con su presencia y hace todo lo posible para sacarsela de encima. Pero claro, hacer algo con la angustia implica un trabajo psíquico. Cada vez que la persona intenta huir de una situación de su vida porque hay algo en ella que no soporta.

La huida implica no tener que plantearse las cosas y, por lo tanto, no tener que transitar ese camino con angustia. Para no tener que enfrentarse con las problemáticas del amor, del trabajo, de la vida. La persona, muchas veces, en vez de transformar su realidad, la niega; pero esto no quiere decir que no le sigan pasando cosas. Por tanto, huir no es una solución, es no aceptar ser humano, no aceptar la mortalidad. La angustia se presenta en el caso como un peligro que la persona intenta evitar a cualquier precio.

Psicoterapia Ansiedad Barcelona

En la psicoterapia psicoanalítica la cura es sin instrucciones, sin indicar ejercicios específicos, la persona no tiene que exponerse a esas situaciones angustiantes, sino que, a partir de su relato y la escucha del psicoanalista, intentamos poner en juego ese saber que no sabe que posee.

Psicóloga experta en adolescentes

«El camino de la juventud lleva toda una vida»

Pablo Picasso

Psicoterapia Adolescentes

La adolescencia es una categoría que va cambiando con la época y la cultura. Es una etapa de la vida que viene señalada por una serie cambios físicos y psíquicos, acompañada de duelos necesarios como el dejar atrás al niño o niña que se era, los juguetes, la dependencia emocional con los padres. Comienzan a ganar terreno el pertenecer al grupo de amigos, iguales a uno, que acompañan la separación afectiva de los padres. Ya no se les pide opinión a los padres, sino a los amig@s.


Desde el psicoanálisis pensamos al adolescente no desde el punto de vista estadístico, no fijamos una franja de edad determinada ni sólo los cambios en el organismo, franja de edad que cada vez se agranda más. Desde la sociología nos dicen que la adolescencia llega hasta los 30 años y que existen adolescencias prolongadas en el tiempo, etc. Desde la perspectiva psicoanalítica decimos que nos encontramos en la consulta con adolescentes de 40 años y niños de 50, como hay jóvenes de 15 años que asumen responsabilidades de adultos a pesar de su corta edad. Es decir, que la adolescencia tiene que ver más con un momento lógico de la vida que cronológico. Como psicoanalistas nos importa qué es lo que hace cada persona con su modo de vivir, si se responsabiliza o no tenga la edad que sea.


Somos un centro de psicología en el que atendemos la especificidad de la terapia con adolescentes en Barcelona ofrecemos un espacio terapéutico para acompañar a padres e hijos en este proceso en donde lo viejo se pone a prueba, y donde algo persiste. Pero también es preciso algo nuevo. El adolescente busca tanto semblantes nuevos como poner a prueba los viejos. Si en este proceso se producen conflictos, podemos ayudarlos en esta elaboración. La adolescencia es un momento crucial donde se deciden un montón de cosas. Es por ello, que planteamos cada terapia de manera personalizada porque para cada adolescente este proceso es diferente, planteamos un modo de intervención adecuado.

¿Cuándo consultar con un profesional de la psicología?

En la consulta de Anabel López, psicoanalista en Barcelona te ofrecemos la posibilidad de que dispongas de un espacio y un tiempo para que puedas tratar tus expectativas, analizar tus conflictos y generar posibles soluciones para hacerles frente.  Tal vez llegas a la consulta de la mano de tus padres, o de un tirón de orejas, es por ello, que es interesante que sepas como adolescente que la terapia se rige por el más estricto secreto profesional, los temas que se tratan en la consulta quedan bajo secreto y, salvo excepciones, se tiene que informar a los padres de algo de lo hablado-siempre con el consentimiento del implicado-. Igualmente, los padres están implicados en la terapia de su hij@, las entrevistas pueden ser mensuales o trimestrales y tratamos sus dificultades como padres, orientamos y/o derivamos si es necesario.


En la consulta psicoanálisis os brindamos el apoyo de una psicóloga experta en adolescentes -con amplia experiencia y formación- que os ayudará a superar problemáticas que dificultan el crecimiento personal.Son miles los dilemas a los que se encaran l@s adolescentes, el deseo por experimentar sensaciones nuevas y la fácil accesibilidad ya sea a sustancias, a juegos, a la tecnología, a las redes sociales o a experiencias sexuales, y la nula visión de los riesgos, pueden hacer que esta época de viva en los límites. 

En nuestra consulta de psicología encontrará el asesoramiento y acompañamiento de una experta psicóloga para jóvenes. La adolescencia inquieta a los padres, a los profesores y a los adultos. Para los padres se trata de un encuentro con el niñ@ que deja de ser, aquel que empieza a presentarse como un desconocido@. Extraño por momentos en su casa, extraño cuando se miran a sí mismos. Se tratan de momentos en que se transforma la manera de vincularse que existía.

Los adolescentes, se dice, se quieren diferenciar de sus padres, del mundo adulto. A veces puede ser cierto, otras no tanto. Es por esto que como padres es necesario estar atentos a fortalecer y cuidar la relación con nuestr@s hij@s adolescentes.  

Psicóloga infantil Barcelona

Psicoterapia con niños ¿Cómo funciona?

La infancia es un período de la vida en la que ciertos acontecimientos tienen un impacto directo y manifiesto sobre el psiquismo infantil. Los niños y niñas aún no cuentan con los recursos psíquicos adecuados para soportar la angustia, y a veces, los cambios se manifiestan sintomáticamente a nivel del cuerpo o la conducta. En la terapia psicoanalítica se trata de descifrar los síntomas manifiestos, siendo algunas veces incomprensibles. En la consulta de psicoanálisis infantil Barcelona trato las siguientes problemáticas infantiles. 

  • Miedo y ansiedad infantil
  • Tristeza
  • Miedo a dormir sol@. Miedo a la oscuridad.
  • Dificultades para controlar esfínteres
  • Bullying o acoso escolar
  • Desinterés por aprender, falta de curiosidad
  • Falta de deseo de relacionarse con otr@s niñ@s
  • Obsesiones y compulsiones en la infancia
  • Celos por la presencia de herman@s
  • Bloqueo emocional
  • Agresividad
  • Duelo por la separación de los padres o muerte de algún familiar

Un niño puede también estar atravesado por preocupaciones que lo perturban, tales como angustia de padecer enfermedades, miedos y fobias insoportables, ideas que lo paralizan…

Los padres en la psicoterapia infantil


La relación de los hij@s con su madre y con padre es muy importante, es por ello que los padres participan activamente en el proceso terapéutico, a través de entrevistas con la terapeuta para poder plantear sus dificultades, avances o retrocesos de su hijo/a. También consideramos la relación con los hermanos, si es que lo tiene, cómo se relacionan, cuáles son los conflictos en la dinámica familiar.  


La primera entrevista es con los padres para situar las dificultades de su hij@ y escuchar las preocupaciones de ellos. La frecuencia de las sesiones es variable, la determino en función de la problemática que presenta el niño o la niña.

¿Se puede superar una CRISIS de pareja?

terapia-de-pareja-en-crisis
“Todo está en la palabra… una idea entera se cambió porque una palabra se trasladó de un sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció… tienen sombra, transparencia, peso, plumas, tiene de todo lo que se les fue agregando…”
Pablo Neruda
Tratar de responder a la pregunta ¿cómo una pareja cae en una crisis? No implica encontrar sólo un culpable, sino más bien conocer cómo cada integrante de la pareja se responsabiliza o no, de sostener la relación con el otro, cómo se las arregló para que el amor y el deseo no caigan bajo el manto de la cotidianidad, la rutina y/o el aburrimiento.
 
Quizá sea decepcionarte afirmar que no hay una fórmula –mágica– que garantice el éxito en la relación de pareja. Llama la atención cómo en la consulta de psicoanálisis Barcelonaescucho a muchas personas que piensan la relación de pareja como algo dado, que se sostiene por sí sola. Como en casi todas las relaciones es necesario realizar un trabajo diario y constante movido por el deseo. Si lo pensamos como un esfuerzo por parte del sujeto –en renunciar a salidas con amigas o a jugar el partido con amigos– se trataría de una obligación movido por el deber.
 
Tampoco asegura, el buen funcionamiento de la pareja, el intento –siempre fallido– de hacer todo lo posible para que mi pareja piense las cosas importantes de la vida como yo las pienso o que mi pareja sienta la misma pasión que yo por el libro de poesía, por ejemplo. Esta ilusoria idea de igualdad entierra a algunas parejas en una falsa conclusión: no funcionamos porque no somos iguales o porque no nos parecemos en nada. Quizá no se trata de que el otro sea igual a uno, sino en buscar puntos de encuentros.
 
Es habitual que alguno de los integrantes de la pareja piense que el otro tiene que saber qué es lo que piensa, qué siente o qué quiere, pero sin pronunciarlo. Como si de una suerte de transmisión de pensamiento se tratara y a modo de reproche, dicen: Es que si me quisiera…tendría que saberlo. Cuando las palabras ceden su lugar a los gestos o a largos silencios, se olvida que lo que produce a la relación de pareja son las palabras con las que lo pienso a él o a ella, las frases que le susurro al oído y no las que callo.
 
Como dice en el texto de Neruda, citado al inicio, sostenemos que las palabras son más importantes que los sentimientos. Con una, dos, o cien palabras un sujeto puede manifestar un sentimiento, un estado de ánimo, con palabras puede explicar lo que siente; en cambio, el sentimiento sólo puede sentirlo un sujeto en soledad, justamente, es la palabra lo que permite vincular un sujeto con otro.
 
En muchas relaciones de pareja los sentimientostienen un papel protagonista: alargan su tortura en base a un querer que tiene que ver más con el goce del sufrimiento que con el amor. Es el caso de aquellas parejas que rompen temporalmente y, retoman la relación, una y otra vez, en varias ocasiones, apoyando su decisión en una frase: nos queremos. La ruptura no ha producido ningún cambio en ellos, sino que retoman la misma relación defectuosa que tenían antes de que la dejaran.
 
El aburrimiento, la falta de deseo, el descuido de la relación ponen sobre la mesa quejas y reproches que conducen a interminables discusiones sobre quién hizo más por la relación o sobre quién es más culpable de la situación actual.
 
Uno de los beneficios de la terapia de pareja Barcelona es detectar qué es aquello que las parejas han olvidado que lo que los unía al otro era el amor, amparándose en la pesadez de la rutina familiar, en las largas jornadas de trabajo, en los hijos, en la falta de sexo, en que cada día uno se va abandonando un poco más y han perdido el horizonte en la pareja. Es decir, ambos se olvidaron del amor y del proyecto en común, traicionándose mutuamente.
 
Si desean consultar para Terapia Pareja Barcelona pueden contactar a la
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